Por: Jesús González
No obstante, el cuadro político no parece aclararse, toda vez que la ultraderecha abstencionista, intenta una jugada a todas luces ilegal, sesionar de modo virtual y sin quórum, para aprobar una reforma del llamado “Estatuto para la Transición”, maniobra inconstitucional con la que este grupo de parlamentarios, encabezados por Guaidó, pretende extender sus funciones después del 5 de enero de 2021. Diríase en lenguaje popular “pataleos de gallo muerto” y, en ciernes un nuevo proceso electoral para elegir autoridades municipales y regionales que, por los vientos que soplan, muchos de los aliados a la política de abstención electoral pretenden, ahora participar.
¿Ante este panorama, qué esperan los venezolanos para el 2021?, sin temor a equivocarme, para la mayoría de los venezolanos la política nos es su prioridad. Las cifras de participación del 6 de diciembre y, sin forma de saber la real participación de la llamada “consulta”, lo dejan claro.
Los venezolanos, los que sufren la devastadora inflación, la cruel usura aplicada a los precios de toda clase de mercancía, principalmente de los alimentos y medicinas; esperan una solución al problema de la poca o casi nula capacidad adquisitiva de nuestro signo monetario, el bolívar. Los venezolanos de a pie (como suele llamársele) esperan la aplicación de una política monetaria acertada y efectiva y, en consecuencia, salarios que permitan vivir sin los sobresaltos que significa saber que el valor de su fuerza de trabajo equivale a casi nada. Los venezolanos entienden que la guerra económica denunciada por el gobierno revolucionario, es real. Saben que desde el exterior con aliados internos se dirigen acciones para debilitar al bolívar y lo han logrado utilizando al dólar como instrumento mercenario. Esperan que, ahora sí se pueda demoler las causas que han originado toda esta debacle, como lo prometieron en la campaña electoral recién finalizada. Los venezolanos saben que la patria tiene con que, existen las propuestas y recursos naturales, talento humano y la voluntad de un pueblo.
Los venezolanos aspiran a no depender de un bono que llega de forma aleatoria. Aspiran a ganarse un salario que permita sufragar sus necesidades y que el sistema de prestaciones sociales se pueda recuperar. Los venezolanos saben que se enfrentan a un enemigo implacable, criminal y despiadado, pero también saben que llevan la sangre de grandes héroes que lograron “lo más sagrado en 200 años: la soberanía nacional”, dicho así, para invocar el pensamiento de Chávez. Los venezolanos están cansados de la política barata. Esa es la explicación a los números del 6 de diciembre, (tanto de un sector, como del otro). Manos a la obra.