jueves, 22 de abril de 2021

ASAMBLEA NACIONAL EN MORA CON TEMA ECONÓMICO


Por Jesús González.

Transcurrido el primer trimestre del año 2021 y, al realizar un breve balance de la Asamblea Nacional (AN), electa para el período del 2021 al 2025, en materia de legislación económica, el resultado es el poco o casi nulo avance en procura de aportar a la solución del problema de alta inflación en el país y, toda la oferta electoral de abordar el tema salarial y prestaciones sociales del trabajador venezolano, ha hecho aguas.

Al parecer, las propuestas que están en la mesa surgidas de una consulta realizada por los candidatos del Psuv durante la campaña electoral duermen el sueño del olvido en los escritorios de los diputados del área económica, mientras la inmensa mayoría de los venezolanos tenemos que conformarnos con bonos que llegan aleatoriamente que no solucionan el problema de fondo que es la baja capacidad adquisitiva de pueblo trabajador. Salarios pírricos que no se corresponden con la realidad de una economía totalmente indexada al dólar especulador, menos el salario del trabajador y pensionados.

Tanto la bancada opositora con sus 21 diputados y la del Psuv que posee la mayoría absoluta, no han hecho más que mantener el ofrecimiento de atacar el problema con una retórica discursiva que busca mantener esperanzado al pueblo ya cansado de discursos; lo que han hecho, hasta ahora la AN, es diluirse en debates que poco han interesado al grueso de los ciudadanos que deben batallar cada día para poner en sus mesas los pocos alimentos a los que pueden acceder, problemas acentuados por la pandemia de la COVID-19. No quiero decir que los temas tratados no tengan importancia pero la prioridad de los venezolanos es el tema económico, la economía real, la de cada día. No veo todavía la luz en túnel.

Nos preguntamos con mucha incertidumbre ¿Qué está pasando con la propuesta de indexación salarial sostenida por el diputado Tony Bozas? ¿Por qué no se ha discutido? ¿Qué pasa con las propuestas de la Prof. Pascualina Curcio sobre la creación del Bolívar Oro y otras que están circulando? Los venezolanos esperamos del parlamento nacional una discusión seria y desembarazada de prejuicios con todos los sectores que logre despejar el camino para ir superando el bloqueo económico y financiero que sufre el país auspiciado por el gobierno estadounidense utilizando a la extrema derecha venezolana.

Urge abordar una agenda legislativa que pueda orientar al país hacia la recuperación económica, contribuir con la elaboración de políticas en materia salarial que otorgue a los trabajadores capacidad para sufragar, al menos, los gastos mínimos del hogar, es apremiante elaborar políticas que permitan la recuperación de nuestro sistema de prestaciones sociales, abatiendo la inflación, especialmente en los precios de la canasta alimentaria, detener la especulación orgánica y rampante que golpea aún más a la clase trabajadora, frenando los efectos desastrosos del dólar especulador. Es inaplazable que el ejecutivo elabore políticas monetarias que detengan el nefasto impacto del dólar criminal, sin duda, mecanismo del gobierno estadounidense y sus aliados para destruir nuestro signo monetario. El país posee los recursos naturales, materiales, logísticos y el talento humano necesario para hacerlo, ha quedado más que demostrado. ¡Hagámoslo, diputados y diputados! Atacar a fondo el problema económico es un clamor del pueblo venezolano. Están en mora camaradas.

domingo, 27 de diciembre de 2020

¿QUÉ ESPERAN VENEZOLANOS EN VÍSPERAS DEL 2021

 Por: Jesús González

Luego de haberse celebrado las elecciones parlamentarias del pasado 6 de diciembre de 2020 en las que el chavismo logró una importante victoria que le permite recuperar el control de la Asamblea Nacional (AN) para el nuevo período legislativo y con una oposición atomizada y una representación minoritaria en el parlamento nacional, las esperanzas del pueblo venezolano toman nuevos bríos y aspira que el nuevo año depare  soluciones a los graves problemas económicos del país que, en buena parte, son atribuibles a la deshonrosa gestión del saliente parlamento que desde su  inicio se propuso derrocar al presidente Nicolás Maduro, acordando con el gobierno norteamericano y sus aliados derrumbar las bases de nuestra economía, al solicitar sanciones a nuestra industria petrolera y recurrir a la persecución de los recursos financieros de la república en el exterior, con el propósito de ahogar a la población con escases de alimentos, medicinas; además, propiciar fallidas invasiones y atentados, dejando una saldo desastroso que afecta directamente a amplios sectores sociales del país, acentuado por la pandemia de la COVID-19, que a juzgar por los resultados, ha sido bien manejada por el gobierno, lo cual, son puntos a su favor.

 No obstante, el cuadro político no parece aclararse, toda vez que la ultraderecha abstencionista, intenta una jugada a todas luces ilegal, sesionar de modo virtual y sin quórum, para aprobar una reforma del llamado “Estatuto para la Transición”, maniobra inconstitucional con la que este grupo de parlamentarios, encabezados por Guaidó, pretende extender sus funciones después del 5 de enero de 2021. Diríase en lenguaje popular “pataleos de gallo muerto” y, en ciernes un nuevo proceso electoral para elegir autoridades municipales y regionales que, por los vientos que soplan, muchos de los aliados a la política de abstención electoral pretenden, ahora participar.

 ¿Ante este panorama, qué esperan los venezolanos para el 2021?, sin temor a equivocarme, para la mayoría de los venezolanos la política nos es su prioridad. Las cifras de participación del 6 de diciembre y, sin forma de saber la real participación de la llamada “consulta”, lo dejan claro.

 Los venezolanos, los que sufren la devastadora inflación, la cruel usura aplicada a los precios de toda clase de mercancía, principalmente de los alimentos y medicinas; esperan una solución al problema de la poca o casi nula capacidad adquisitiva de nuestro signo monetario, el bolívar. Los venezolanos de a pie (como suele llamársele) esperan la aplicación de una política monetaria acertada y efectiva y, en consecuencia, salarios que permitan vivir sin los sobresaltos que significa saber que el valor de su fuerza de trabajo equivale a casi nada. Los venezolanos entienden que la guerra económica denunciada por el gobierno revolucionario, es real. Saben que desde el exterior con aliados internos se dirigen acciones para debilitar al bolívar y lo han logrado utilizando al dólar como instrumento mercenario. Esperan que, ahora sí se pueda demoler las causas que han originado toda esta debacle, como lo prometieron en la campaña electoral recién finalizada. Los venezolanos saben que la patria tiene con que, existen las propuestas y recursos naturales, talento humano y la voluntad de un pueblo.

 Los venezolanos aspiran a no depender de un bono que llega de forma aleatoria. Aspiran a ganarse un salario que permita sufragar sus necesidades y que el sistema de prestaciones sociales se pueda recuperar. Los venezolanos saben que se enfrentan a un enemigo implacable, criminal  y despiadado, pero también saben que llevan la sangre de grandes héroes que lograron “lo más sagrado en 200 años: la soberanía nacional”, dicho así, para invocar el pensamiento de Chávez. Los venezolanos están cansados de la política barata. Esa es la explicación a los números del 6 de diciembre, (tanto de un sector, como del otro). Manos a la obra.

jueves, 18 de agosto de 2016

La Nada



La Nada
Aproximación hacia una definición de la derecha venezolana

Soy poco dado a debatir sobre religión y política en lugares públicos y, menos con sospechosos de fanatismo y disociación psicótica. Una discusión seria se da entre personas razonables y respetuosas de las opiniones contrarias. Empero, recientemente, casi obligado participé en una polémica entre un joven trabajador, un “jubilado” y una dama que hacían la “cola” en un cajero automático (TDA), uno de esos ubicados al aire libre. La controversia trataba sobre algunos  aspectos del gobierno de Nicolás Maduro y la Asamblea Nacional (AN) de mayoría opuesta a la revolución.
Acaparó mi atención la conclusión a la que llegó el joven acerca de que las leyes aprobadas por la Asamblea Nacional (AN) y declaradas inconstitucionales por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), no beneficiaban al pueblo y que la AN no había hecho nada. Sus interlocutores, lo rebatieron calificando al Presidente de incapaz y único responsable de la crisis económica del país y, puntualmente de la escasez de alimentos, razón por la cual había que revocarlo. Esa es una discusión muy frecuente y a diario entre venezolanos.
Intervine para acotar que estaba convencido de que estamos entrampados entre dos posiciones que lucen irreconciliables y, por tanto, imposibilitan el diálogo convocado por el presidente Maduro para buscar solución a los desequilibrios del país que, en mi opinión, son más de carácter político que económicos; argumenté, que era previsible que las leyes aprobadas hubieran sido declaradas inconstitucionales, por su estructura y contenido con visión de esencia capitalista, neoliberal de país y de Estado. Leyes reaccionarias, más bien restauradoras del estado de cosas anteriores a la Revolución Bolivariana. Leyes contrarias al accionar conceptual y praxis del gobierno dirigido por Maduro y, en consecuencia, contrarias al Plan de la Patria (II Plan Socialista de la Nación), ley aprobada para el ejercicio 2013-19 y con la propia Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV).
Sin hacer juicio de valores sobre las controvertidas leyes, expuse que, en ese contexto, de haberles dado el visto bueno y  promulgarlas, el Ejecutivo habría reconocido que el proyecto Bolivariano no tiene vigencia y que el oposicionismo tenía la razón cuando dice que el chavismo ha fracasado y no tiene viabilidad política, económica y social; sería negarse a sí mismo y; además, someterse a la agenda política de la oposición y la habría convertido  en el poder real, el verdadero gobierno, pues (Aspiración solapada de la oposición derechista). Luego pregunté ¿A quién o a quienes favorece esta situación política? Este era el punto de llegada, como se dice “la guinda sobre el pastel”. Sin más, el joven trabajador soltó categórico, con mucha convicción, lapidario: “¡Eso es así! ¡No favorecen al pueblo, entonces, la Asamblea no ha hecho nada, nada!”.
Todos quedamos en silencio, recomponiendo la cola, como asumiendo una gran verdad incuestionable. En aquel momento recordé una disertación sobre la Nada del presidente Chávez en un “Aló Presidente”. Chávez, cuestionó la actuación de la derecha venezolana y en aquella oportunidad puntualizó conceptuándola como La Nada. Tenía razón el Comandante. La AN es la Nada.

viernes, 17 de junio de 2016

Arrogar y abrogar


No sin asombro, en varias oportunidades he escuchado a importantes políticos y hasta a periodistas decir abrogar por arrogar, lo cual, más que una confusión es un barbarismo, sin duda. En este artículo trataré de contribuir para evitar tan desdichada situación.


El diccionario de la RAE nos dice que el verbo arrogar deriva del latín arrogare que significa atribuir, adjudicar. En una segunda acepción nos aclara: apropiarse indebida y exageradamente de cosas inmateriales, como facultades, derechos u honores. Ejemplo: Los EUA se arroga el papel de policía del mundo; se arroga, sé atribuye, un derecho que no tienen, nadie se los ha dado.


En relación con el verbo abrogar, el mismo RAE advierte que también procede del latín y su significado es abolir, derogar, “abrogar una ley, un código”. Usando el ejemplo anterior, sería incorrecto decir: Los EUA se abroga el papel de policía del mundo.


Por su parte el diccionario Panhispánico de Dudas nos aclara aún más la confusión: “abrogar. ‘Derogar o abolir [una ley]’: «El 27 de febrero del mismo año, la Asamblea abrogaba la mencionada ley» (Gordon Crisis [Méx. 1989]) (…) Este verbo nunca se construye como pronominal (abrogarse), como se hace a veces por confusión con arrogarse (‘atribuirse una facultad, un derecho, un mérito, etc.’; arrogarse)”.


En este sentido, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) de 1999, en su artículo 74, establece el referéndum abrogatorio para algunas leyes y decretos, dando luces de que se trata de un tecnicismo del derecho.


Podemos sostener, según el portal El Norte de Castilla*, que se trata, entre los dos vocablos, de relaciones de paronimia. “Dos o más vocablos son parónimos si entre ellos existe relación o semejanza, sea esta por su etimología o solamente por su forma o sonido”. 
El mismo portal corrobora lo expuesto y aporta nuevos elementos:

“(…) Abrogar es suspender, anular o dejar sin vigor una ley, una costumbre o un código mediante una disposición legal. Los diccionarios registran este verbo, que funciona como sinónimo de ‘abolir’, ‘derogar’ o ‘revocar’, como perteneciente al ámbito del Derecho. Arrogar, término técnico también del campo del Derecho, es adoptar como hijo a un huérfano o emancipado. Con este significado es sinónimo de ‘adoptar’, vocablo este último que se utiliza casi exclusivamente. Como verbo pronominal, ‘arrogarse’ es apropiarse indebida o exageradamente de cosas inmateriales, como facultades, derechos u honores (Algunos políticos se arrogan el derecho de actuar como portavoces e intérpretes de la voluntad general)."
* http://elcastellano.elnortedecastilla.es/castellano/aula/relaciones-de-paronimia


miércoles, 15 de junio de 2016

¿Pájaro del mal agüero?


“Pájaro de mal agüero en mi casa, yo no lo quiero…” este es el estribillo de una popular canción interpretada por el tenor Jesús Sevillano con el Quinteto Contrapunto. En el imaginario popular un “pájaro de mal agüero” es un mensajero de malos presagios con respecto a un tema o asunto, por ello, nadie quiere a un ave con tal atributo en su entorno “ni que cante como un jilguero, ni que parezca canario”.

No quiero ser tan desdeñado volador, pero me embarga el escepticismo  sobre resultados favorables en la búsqueda de una convivencia política de paz en Venezuela en el contexto del nuevo llamado de diálogo a la oposición, efectuado por el ejecutivo con la mediación de los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero, Leonel Fernández  y Martín Torrijos de España, República Dominicana y Panamá respectivamente, con el auspicio de la Unasur. Tal incertidumbre obedece a la claridad de los mensajes de voceros opositores al desconocer a estos actores internacionales. Su retórica esclarece que solo desea dialogar en un espacio que garantice la satisfacción de su deseo de lograr una intervención contra el país y dar al traste con el chavismo y la Revolución Bolivariana. La OEA pareciera ser el instrumento ideal, por ello insisten pese al fracaso reciente con Almagro; la iglesia católica ¿no sé? La oposición, me parece, solo hacía un “aguaje” cuando aceptaron la invitación de La Unasur, y luego, estratégicamente dar un paso atrás.

Desgraciadamente, y pese a que el gobierno venezolano insiste en dialogar, no le veo futuro, porque la oposición siempre encontrará la fórmula para evitarlo. Diálogo no habrá. En el peor de los casos, la MUD aspira ir a las elecciones regionales con la incertidumbre en la población por la escasez de alimentos y en general el descalabro de la economía. Insisten en el revocatorio como arenga para acudir, nuevamente, al expediente de la violencia e incentivar su verdadero fin: provocar la intervención del país de los organismos multilaterales internacionales, llámese OEA, ONU y, si fuese posible, la OTAN. Por ello, ¿diálogo? “nanay, nanay”, así lo creo, pese a correr el riesgo de ser tildado de “pájaro de mal agüero”.



Jesús Ramón González

lunes, 4 de octubre de 2010

Elecciones AN en venezuela: lo que hay que revisar

Mucho se ha dicho en relación con los resultados que arrojó la reciente elección de diputados a la Asamblea Nacional de Venezuela. El Psuv, partido de gobierno, junto a sus aliados - PCV, MEP y organizaciones sociales- se propuso la meta de conseguir los 110 curules que le dieran las 3/4 partes de de dicho parlamento, lo que no logró.
No obstante sacó 98 puestos, lo que significa una amplia ventaja sobre sus adversarios todos juntos. El oposicionismo, incluido el PPT, sólo obtuvieron 65 curules, cifra que les permite derecho a "pataleo" porque piensan que podrán poner en cintura a Chávez, según lo que han dicho y ofrecido a su electorado.
La realidad, es que el gobierno tiene amplia mayoría y capacidad de acciónar. Por todos, es conocido lo "blandengue" de muchos diputados del frente oposicionista y a muchos de ellos no se les aguará el ojo para "negociar" de que lado levanta la mano a la hora de votar. Porque para ellos llegar a la AN, es un negocio y no la oportunidad para contribuir con una legislación que lleve al país por las senda del progreso y bienestar colectivo.
Por otro lado, vamos a ver como evolucionan las nuevas alianzas que seguramente se darán, cuando se instale, el 5 de enero del 2011, el nuevo parlamento.

sábado, 13 de junio de 2009

Garuacomunicacional

Garua comunicacional es un intento de impulsar un medio de comunicación entre personas que piensan en la libre expresión como sinónimo de libertad.
Libertad para crear, porque la creación es la auténtica libertad.